Luis Ganz en un lote de girasol en Hermoso Campo, Chaco.
Así se cultivó el primer girasol cosechado en la campaña
Hace pocos días se comercializó el primer lote de girasol de la campaña 2022/23. Se trató de cien toneladas que fueron cosechadas en la localidad chaqueña de Hermoso Campo el pasado 9 de diciembre por la familia Ganz y que se adjudicaron el certamen organizado por las Bolsas de Comercio del Chaco, de Rosario, de Santa Fe, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, de las Cámaras Arbitrales de Rosario, Santa Fe y Entre Ríos y la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR).
En los desafiantes campos del sudoeste de Chaco, los Ganz cultivan todos los años alrededor de 2.000 hectáreas entre propias y alquiladas, y aproximadamente la mitad es ocupada por el girasol, un emblema de la región.
Este año la siembra se realizó entre el 22 y el 30 de julio y utilizaron tres variedades, una de ciclo corto y dos intermedias. La densidad fue de 48.000 plantas por hectáreas y la fertilización se hizo con 60 kilos por hectárea de un compuesto nitrogenado. La mitad del girasol se hizo en lotes que venían de girasol, y el resto sobre soja.
“Veníamos con algo de reservas, pero a los lotes que se sembraron al final les llovieron 40 milímetros en los primeros días, entonces arrancaron con más vigor y se cosecharon antes”, explica Luis Ganz en diálogo con Clarín Rural, y agrega: “Sembramos girasoles muy sanos, no tuvimos problemas de enfermedades. Eso sí, por el frío intenso que tuvimos, con 14 grados a la noche, las plantas quedaron muy petisas”.
Hasta el momento lograron levantar la mitad de la superficie, con rindes entre 1.700 y 2.500 kilos por hectárea y un promedio de 2.000, muy en línea con los rendimientos habituales.
En todos los casos, la siembra se hizo de forma convencional. Ganz afirma que por las condiciones ambientales, la cobertura de rastrojo dura muy poco en esa zona y la poca humedad que hay se evapora rápido, por lo que los lotes de girasol hechos en directa suelen dar resultados muy desparejos.
Para lo que los Ganz sí usan la directa es para la soja que están sembrando en estos días y para el maíz que implantarán a comienzos de enero si llegan las ansiadas lluvias. “También tenemos algo de girasol, pero a ese sí que lo está ‘paliseando’ mucho la seca”, dice.
Respecto al precio del girasol, el productor afirma que los 77.000 pesos por tonelada actuales son muy poco atractivos y que la ganancia que queda es mínima. El rendimiento de indiferencia está en 1.300 kilos por hectárea.