Llegó el 2023 y también un enero atípico que trae consigo toda la carga electoral para el nuevo año y para los chaqueños que elegirán, el próximo 17 de septiembre (sin PASO y con colectoras incluidas) al próximo gobernador de la provincia. Sin dudas, *aparecen 2 figuras principales en el escenario político que se roban todas las miradas y a los que todos los dirigentes observan muy de cerca: Jorge Capitanich (actual gobernador) y Leandro Zdero (el mejor posicionado para enfrentarlo) en las urnas.* 

¿Por qué menciono a Zdero? Porque *es el único que puede ganarle a Capitanich.* Desde un tiempo, a esta parte, logró presencia y visibilidad territorial en toda la provincia y en especial, en el área metropolitana chaqueña, donde estableció contacto con diferentes sectores involucrándose (desde la tarea legislativa) y convirtiéndose en una voz importante que sobresale frente a los temas de interés en la agenda de los chaqueños. En números, que tanto le gusta mirar a la clase política, Zdero sacó ventaja, lidera el porcentaje de imagen positiva dentro de la oposición y con un crecimiento destacado; muy atrás quedan los demás precandidatos. *Esto ubica al actual gobernador Capitanich y Zdero con resultados que envalentonan a los dirigentes con mayores intenciones de votos en el Chaco.*

Es cierto, que el actual gobernador tiene un desgaste propio de tantos años de gestión y viene golpeado por resultados poco favorables, pero inteligentemente está cambiando la comunicación de su accionar gubernamental y acelerando a pasos agigantados una batería de promesas como licitaciones e inauguraciones de obras. 

Si la oposición, no pierde la brújula, tiene hambre de GANAR y aplica el sentido común, indudablemente no dejará escapar a Leandro Zdero, como su AS de espada, el más visible en toda la provincia, pero que indudablemente necesitará de alianzas estratégicas para lograr el objetivo. Es el único que le puede ganar a Capitanich, como también es cierto, que hay otros aspirantes pujando por la idea de posicionarse como candidatos, pero los factores no ayudan a imponerse (salvo el andamiaje de estructuras que dicen tener) pero a la hora de las definiciones no pesan en estos tiempos porque la opinión del electorado que necesita es cambiante y expresa la necesidad de encontrar actores que representen sus verdaderos intereses. 

El escenario en el Chaco no será fácil y la lucha será dura entre las fuerzas predominantes, como en las elecciones del 2021, en las que deberán además, estar atentos a posibilidad de nuevas fuerzas políticas que buscarán aparecer como la tercera vía o capitalizarlas para algunos de los dos sectores mayoritarios. Por eso, el terreno será complejo y no se debe subestimar a los votantes, porque en cada conversación o cumplido secreto de diferentes sectores políticos (algunos todavía en voz baja) aceptan el liderazgo y el crecimiento de Leandro Zdero y esa es la preocupación también en los pasillos de la Casa de Gobierno, que además enfrenta condicionamientos dentro de su propio frente interno. En la Casa Grande, preocupa cómo el legislador se mete en el escenario, desacomoda a varios y los funcionarios de segunda línea tratan de minimizar su accionar.

En estos tiempos, los encuentros y reuniones se aceleran de un lado y del otro, se generan tormentas de desconfianzas, pero habrá que ver cómo se va acomodando el tablero porque no queda mucho tiempo. Capitanich estaría corriendo con la ventaja de la estructura del gobierno, aunque con desencuentros y chisporroteos con sus socios políticos quienes ahora intentan enfrentarlos o imponerles condiciones en el armado. Mientras tanto, en el arco opositor ocurre casi lo mismo, pero carecen del aparato que hoy tiene el oficialismo con la desventaja que aún siguen pujando las candidaturas algo que en la militancia del radicalismo y de sus aliados ya se tornó molesto y genera más incertidumbre para el armado.

Eso sí, apareció un David, para enfrentar a Goliat, al gigante que hoy manda en los nueve pisos de la Casa de Gobierno y el resto de la historia, ya lo saben…aunque sea un combate desigual, el débil puede vencer al poderoso y dar un buen golpe justo en el momento correcto. Siempre hay espacio en nuestras vidas para los desenlaces inesperados, hoy estamos frente a esta realidad y hay que ver si el zorro Zdero estaría dispuesto a jugar con todas las fichas.

Por otro lado, nadie deja de mirar el escenario nacional y sus definiciones ¿incidirá en Chaco? Es una de las preguntas que se hacen en ambos frentes. 

Al final, queda claro que el mano a mano estará entre Leandro “el zorro” Zdero y el ya tres veces gobernador Capitanich. Todos saben que Zdero tiene la solvencia de enfrentarlo hasta en un debate, ya lo hizo el 2015 y claramente le sacó ventajas. Las alertas indican que se repetirá nuevamente la situación.