Policías y operarios de maquinaria pesada ingresaron en una propiedad particular con el fin de derribar árboles y muros para la apertura de calle. El operativo se dispuso el jueves de esta semana, a partir de un pedido del Municipio de Margarita Belén. Sin embargo, los ocupantes de la vivienda acudieron por ayuda legal hasta que finalmente lograron frenar el desalojo.

 

Para contextualizar los hechos NORTE dialogó con Nicolás Paredes, que es nieto del propietario y con el abogado y actual legislador Francisco Romero Castelán, que acompañó el reclamo formal.

Orden de desalojo

 

El titular de la propiedad, David Faustino De León, junto con su pareja son los únicos ocupantes actuales de la vivienda familiar. El hombre de 73 años de edad accedió al predio hace 38 años y esta semana recibió una orden de desalojo firmada por el juez de Faltas Municipal, Ramón Valentín Verón, y la secretaria Mirna Estorni. De León rechazó la notificación y acompañado de familiares resistió el procedimiento.

 

Sin precedentes

 

En declaraciones al portal Margarita Belén.com, el propietario sostuvo que detrás de la decisión hay motivaciones políticas. Su hijo Mario De León agregó que en el tiempo que su padre lleva viviendo en el lugar nunca hubo una calle señalizada, ni se hizo una división de propiedades lindantes. Y narró el comienzo de las dificultades con el Municipio a partir del cierre perimetral del predio.

 

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Mario De León, hijo del propietario de la vivienda. Foto: gentileza

Momento de tensión. Redujeron a un integrante de la familia De León. Foto: gentileza

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Violencia desmedida 

 

La familia De León cuestiona el procedimiento con el que se manejó el Municipio. "Acudieron más de 20 efectivos policiales y (operarios de) maquinaria por orden del intendente Javier Martínez", describió Paredes.

 

El nieto del propietario recordó que la medida se produjo después de que el juez de faltas, ya había visitado el domicilio y avaló que se continúe con la mejora, que había empezado a construirse.

 

"Invadieron la casa y los policías se pusieron violentos con los que acompañaban a mi abuelo. Uno de mis familiares fue detenido injustamente. Se hizo un uso innecesario de la fuerza, fue un atropello", agregó.

 

Vista del sector en disputa. Se derribó parte de un muro en construcción (foto: gentileza).

 

Descompesación y malestar 

 

Por las tensiones del momento Faustino De León se desmayó. El hombre tiene otras afecciones de salud, que se agravaron durante el episodio del jueves.

 

La mayor parte de su vida vivió en ese terreno que compró y con una casa que fue construyendo con el tiempo. "Mi abuelo tiene todos los papeles en regla. Y desde la intendencia, durante muchos meses, lo hostigaron. Venían con personal policial a cansarlo para que termine firmando la apertura, pero como no firmó nada querían que él ceda", describe.

 

Un poco vulnerable por superar otro sobresalto en la salud, cuenta que en noviembre su abuelo pasó por una intervención oftalmológica y menos de un mes después, en diciembre, tuvo una recaída. "Fue por los nervios que le produce esta situación", dice. Aunque ahora Faustino se encuentra estable, hace unas semanas se había formado un coágulo que retrasó su proceso de normalización de la visión. "Él sigue en proceso de recuperación, entendemos que pasó poco tiempo", remarca.