Ahora mismo cinco de los diez artistas y 9 de las diez canciones más escuchadas en YouTube desde Cuba son de reparto. A diferencia del ya estetizado reguetón, este ritmo aún contiene esa condición primaria subversiva, que en su tiempo tuvieron la champeta, el funky carioca, los narcocorridos o la cumbia villera. Una radiografía social de Cuba en las canciones y videoclips de reparto, donde los sonidos “están marcados por el color de la piel y la incertidumbre de cómo llegar a fin de mes".